Nos hemos acostumbrado ya a ver los ovoproductos como una alternativa al uso de huevo en cáscara, pero sin mucha diferencia al fin y al cabo entre unos y otros: el huevo pasterizado, cocido, revuelto o en polvo se utilizan de modo muy similar que sus “parientes”, elaborados con huevos frescos. Durante unos cuantos años ese era quizá el objetivo, imitar al original, al huevo en cáscara.