Las claras de huevo muy frescas montan peor. Para que monten mejor se puede añadir un gramo de sal y tres gotas de zumo de limón por cada medio litro de clara (para soufflés, bizcochos, etc.)
• Utilizar claras que no tengan ningún resto de yema.
• Montar las claras con varillas de «bombilla».
• Emplear un recipiente limpio de metal o de cristal, no de plástico, sin restos de grasa.
• Batir las claras hasta que la emulsión tenga textura espumosa antes de añadirle el azúcar.
• Parar el batido con frecuencia y levantar las claras desde el fondo del recipiente para asegurar una mezcla completa y uniforme.
• Para merengue, añadir el azúcar lentamente una vez que hayan subido bastante.
• Batir hasta la disolución completa del azúcar, que las superficies del merengue no se plieguen y que al inclinar el recipiente no se caiga o deslice.
• Para pasteles de merengue con grandes cantidades de clara, reducir la temperatura de horneado e incrementar el tiempo para lograr una Tª>75ºC en el centro del merengue.
• Calcular cantidades ajustadas para que no sobren restos.
• No dejar huevos ni platos a base de huevo a temperatura ambiente durante más de dos horas, incluido el tiempo de preparación y servicio.
• Cocinar siempre los huevos y los platos con huevo antes de colocarlos en la zona destinada mantenerlos calientes (en la mesa caliente, por ejemplo).
• No mezclar en la misma bandeja los huevos que han estado ya tiempo en la mesa caliente con los huevos que se acaban de preparar. Para calentarlos, emplear una bandeja nueva.
• No añadir huevo crudo batido a una bandeja de huevo revuelto que esté en la mesa caliente.
• Mezclar el huevo y la leche completamente hasta que no queden filamentos de clara visibles.
• Emplear un baño maría para un cocinado uniforme. Colocar un recipiente mayor que el de la masa a hornear debajo de él, lleno de agua hasta 2-3 cm. del borde de la masa.
• Cocinar hasta el punto en que la temperatura interna de la masa alcance los 75ºC y que al introduce un tenedor en el centro de la masa salga limpio.
Este problema es consecuencia del cocinado excesivo y la alta temperatura. Normalmente a este problema se sigue el exudado.
Para evitarlo debemos tener en cuenta:
– Cocinar en pequeñas cantidades, no más de un litro.
– Cocinar con temperatura media hasta que no quede líquido visible en la masa.
– Emplear salsa bechamel en la mezcla de huevo batido (una parte de bechamel por cinco de huevo).
– Mantener a una temperatura de 65ºC o más en la mesa caliente.
– Usar la cantidad justa de aceite, una cucharilla de café por huevo, para evitar que se endurezcan.
– Hacerlos a temperatura media en una sartén o plancha precalentada hasta que toda la clara esté coagulada.
– Para que se haga la parte de arriba, o se dan vuelta recubriendo la sartén o plancha con aceite caliente, o se hacen sin dar vuelta, al vapor, añadiendo pequeñas cantidades de agua y tapando después.
• Utilizar claras que no tengan ningún resto de yema.
• Montar las claras con varillas de «bombilla».
• Emplear un recipiente limpio de metal o de cristal, no de plástico, sin restos de grasa.
• Batir las claras hasta que la emulsión tenga textura espumosa antes de añadirle el azúcar.
• Parar el batido con frecuencia y levantar las claras desde el fondo del recipiente para asegurar una mezcla completa y uniforme.
• Para merengue, añadir el azúcar lentamente una vez que hayan subido bastante.
• Batir hasta la disolución completa del azúcar, que las superficies del merengue no se plieguen y que al inclinar el recipiente no se caiga o deslice.
• Para pasteles de merengue con grandes cantidades de clara, reducir la temperatura de horneado e incrementar el tiempo para lograr una Tª>75ºC en el centro del merengue.
El exceso de cocinado suele ser la causa del exudado del huevo (separación de la parte acuosa de la sólida) tras el cocinado, y también mantenerlo a temperatura excesiva o añadirle ingredientes acuosos.
Para evitarlo, seguir las siguientes recomendaciones:
• Huevos revueltos:
– Prepararlos en pequeñas cantidades de no más de un litro.
– Usar ovoproductos con estabilizadores.
– Limitar el uso de otros ingredientes acuosos en la receta o escurrirlos bien.
– Incorporar en la mezcla de huevo batido un poco de salsa bechamel (una parte de salsa por cada cinco de huevo).
• En el caso de merengues, es debido a una insuficiente coagulación de las proteínas de la emulsión formada durante el batido o cocinado.
El color gris-verdoso que se produce a veces en el contorno de la yema de los huevos cocidos, y también en algunas otras preparaciones con huevo entero, como tortillas o revueltos, se debe a la formación de sulfuro de hierro en condiciones de PH alto y calor excesivo. No implica ningún riesgo higiénico, pero afecta a la presentación y aspecto de los alimentos, por lo que puede ser rechazados por el consumidor.
Para evitarlo debemos tener en cuenta lo siguiente:
• Para cocer huevos, se echan una vez que el agua está hirviendo, dejándolos durante diez minutos y enfriándolos con agua inmediatamente después. Para que no se rompa la cáscara al cocer, puede añadirse un poco de sal o vinagre al agua y/o pinchar el polo más grueso con un alfiler o «pinchahuevos».
• Emplear utensilios de acero inoxidable para la preparación de los huevos.
• Usar los huevos más frescos para estas preparaciones, ya que son menos susceptibles de formar ese color (el PH aumenta cuando el huevo pierde frescura).
• Puede añadirse zumo de limón (1/4 de cucharilla de café por cada litro, aproximadamente) o ácido cítrico al huevo batido antes del cocinado.
• Emplear ovoproductos en lugar de huevos en cáscara.
• No tener los huevos revueltos y las tortillas más de una hora en la mesa del buffet.